¿Cuántas botellas de vino bebisteis ese día?

Galardón de las Artes Riojanas 2019

 

 

TEXTO  · Carlos

 

 

 

El día 16 de mayo de 2019 fue un día de luto para la escena artística y cultural riojana.

La consejera de Desarrollo Económico e Innovación, Leonor González, dio a conocer ese día la propuesta de la comisión de doce “expertos” que consideró a Diego Urdiales, conocido torturador riojano, merecedor del Galardón de las Artes Riojanas 2019.

 

Según palabras de esta comisión desfasada y anticuada, se destaca del torero «sus aportaciones artísticas, su arrojo, valor y coraje, así como su estilo propio para dar brillo a la fiesta nacional.»

 

A lo que me pregunto: ¿pero cuántas botellas de vino os bebisteis ese día?

 

Quiero pensar que estos doce expertos decidieron emborracharse ese día y conceder este mérito al torero por su gran pasión por el vino tinto de Rioja o por contar por duplicado los votos del galardón. Pero mi imaginación siempre está desbordada y eso no es lo que realmente ocurriría en la sala donde se reunió el jurado ese día.

 

Lo que ocurrió fue un acto político, no de reconocimiento cultural o artístico.

A la vuelta de la esquina se acercaban las elecciones, justamente  a la semana siguiente para ser más exactos. Desde el partido político en el poder vieron necesaria una acción de marketing perfecta, algo simbólico, una pincelada para dar imagen de dureza política, de costumbrismo, de patria y muerte. Una acción política para situarse a la derecha de la derecha donde la tradición y la sangre se contabilizan con votos y escaños.

 

No es nada complicado hacer que salga galardonado quien tú quieres en este tipo de menciones honoríficas: seleccionas a un jurado afín donde te incluyes como presidente, pones un nombre sobre la mesa y la votación termina justo para el almuerzo y para hablar del tiempo.

No me quita el sueño cómo se coordina y gestiona un tipo de premio como este o los miembros que conforman su jurado. Lo que me preocupa es la imagen que proyectamos como comunidad autónoma por esta acción tan egoísta de un partido político de cara a las elecciones.

 

Como riojanas y riojanos estamos dando honores a alguien que ha decidido dedicarse profesionalmente a matar a un animal por placer en un evento público, como un psicópata, que pinta con la sangre la palabra muerte en la arena, al vitoreo de que le corten las orejas y el rabo como fetiche nacional. Algo tremendamente gore hasta para el argumento de una película de terror de los años ochenta.

 

Pero en palabras del gobierno riojano, «la cultura taurina impregna y sirve de inspiración a otras disciplinas artísticas, como la literatura, la plástica, la escultura, la ópera, la música, la danza» y esto le sirve de excusa para posicionarnos como una comunidad autónoma incivilizada, para su beneficio. Pondré un ejemplo inverosímil, imaginemos por un momento que en los años setenta decidieran dar a Charles Manson un galardón de las artes por inspirar con sus matanzas a pintores, escritores o grupos musicales…

 

¿Entendéis lo que digo?

 

¿Pero realmente somos una comunidad autónoma que apuesta por la violencia como forma de cultura?

 

La respuesta, salvo alguna excepción, es claramente no.

En La Rioja hay un movimiento cultural increíble. Artistas plásticas, escultores, videoartistas, compañías de teatro que se mueven en ámbito internacional con obras espectaculares, muestras de arte y diseño, centros y salas expositivas, galerías que apuestan por trabajos arriesgados, encuentros de arquitectura como Concéntrico, Arte en la Tierra, parque de esculturas, bañarte, muralismo en Camprovín, una locura de oferta artística, de agentes culturales y creativos entre otros que no escribo porque se haría muy extenso.

 

Aunque poco diversos, más sentido tienen los galardones otorgados desde 1998 a: Vicente Ochoa, escultor (1998); José María Tubía Rosales, pintor (1999); Alejandro Rubio Dalmati, pintor y escultor (2000); Jesús Infante, pintor (2001); Felix J. Reyes, escultor (2002); Julián Gil, pintor y ceramista (2003); Gerardo Cuadra, arquitecto (2004); Luis Xubero, pintor (2005); Carlos Víctor Ochagavía, pintor (2006); Rafael Azcona, guionista y escritor (2007); José Manuel Rodríguez Arnáez, ceramista y pintor (2008); Pablo Sáinz Villegas, guitarrista (2009); Vicente Cuadrado, director teatral (2010); Jesús Merino Pascual, arquitecto (2011); Jesús Rocandio, fotógrafo (2013); Javier Cámara, actor (2015) y Chema Purón, músico y cantautor (2017).

 

Una apuesta acertada para este año habría sido AESCENA (asociación de compañías profesionales de La Rioja) por su labor en el mundo de teatro riojano y su apuesta por internacionalizar a sus compañías socias que viajan a festivales tan prestigiosos como Festival OFF Avignon. También encajaría a la perfección Nicolás Ortigosa, artista riojano que nos patrocina a nivel nacional e internacional con sus increíbles dibujos y su trazo nervioso, en estos momentos podemos disfrutar de su obra en Bombas Gens Centre D’art Barcelona. Tampoco me olvidaría de Ana Montiel una joven pintora riojana que apuesta por sumergirnos en su mundo multicolor expuesto internacionalmente en ciudades como México, Hong Kong, Los Ángeles, Londres, Tokio y hace muy poco en la sala logroñesa Amós Salvador.

 

«Aportaciones artísticas, coraje y valor» dicen...

Resuena como un mantra, «Aportaciones artísticas, coraje y valor» «Aportaciones artísticas, coraje y valor».

 

Aportaciones artísticas, coraje y valor tienen aquellos creativos y creativas riojanas que sin tener ingresos constantes dedican su vida al arte sin necesidad de montar una carnicería; Que utilizan su tiempo para generar cultura de calidad para la población que les rodea, que abre diálogos para construir futuros a través de la creatividad y diversidad; Que cuestionan pasado y presente con el arte como bandera; Que buscan con inteligencia sorprender e impactar al visitante de la sala de teatro, cine, concierto o museo sin necesidad de embadurnarse de sangre.

 

 

 

 

 

 

 

 

Sumario

Nº ———  50

Agosto 2019 • Nalda